Esa es la enfermedad que hemos padecido
continuamente durante estos 10 años de gobierno del Partido Popular en Arganda
del Rey: derroche continuado, derroche desmedido, derroche improductivo.
No sólo hay que preguntarse cómo hemos
llegado a tener una deuda de 94 millones de euros con entidades bancarias (lo
que nos convierte en la segunda población de más de 50.000 habitantes con más
deuda por habitante, después únicamente de Madrid); hay que preguntarse también
que se ha hecho con los 66 millones de euros que pagó en efectivo Martinsa por
los terrenos de la UE-124 recientemente, en el año 2006; hay que preguntarse
por qué sumidero se han ido los millones de euros que el Ayuntamiento ha
ingresado por todo lo construido y todo el patrimonio municipal vendido en esta
década; hay
que preguntarse por qué sólo en una año la deuda con proveedores ha crecido
enormemente, pues desde que se utilizó el plan de pago a proveedores del Gobierno
para pagar facturas atrasadas, ningún proveedor del Ayuntamiento de Arganda ha
vuelto a cobrar.
En este océano inmenso de asfixia
financiera e insuficiencia económica han desembocado los miles de ríos del
derroche desenfrenado y del descontrol del gasto desmedido.
Un ejemplo: en la liquidación del
presupuesto del año 2010, el Ayuntamiento de Arganda anunció un agujero en sus
cuentas de 7 millones de euros. Posteriormente, la auditoría que realizó la
Cámara de Cuentas de Madrid sobre las cuentas y el funcionamiento del Ayuntamiento de ese año, arrojó una cifra de
15 millones de euros de agujero, más del doble de la que inicialmente
cuantificó el gobierno de Pablo Rodríguez.
Y esta es la enfermedad, el derroche
desenfrenado, y los síntomas son la asfixia financiera y la insuficiencia
económica. ¿Cómo puede disponer un Ayuntamiento de liquidez para hacer
políticas de inversión y reactivación de ningún tipo, si con un presupuesto de
60 millones de euros tiene que acometer el pago de 7 millones de euros
únicamente de intereses de los créditos que tenemos, más otros al menos 15
millones de devolución del principal de los préstamos? 22 millones de euros,
más de un tercio del total, dedicado únicamente a la deuda.
Y los efectos directos de esta asfixia
financiera son la total inexistencia de políticas que vayan más allá del mero
mantenimiento de los servicios mínimos esenciales e imprescindibles, y todo
ellos a duras penas, con gigantescos esfuerzos y con la huida hacia adelante
siempre como bandera.
Abandono
total de políticas sociales, culturales, de igualdad, de mayores, de
apoyo a la educación, deportivas y sobre todo, de políticas de reactivación
económica y de lucha contra el desempleo en nuestra ciudad.
Y si no, ¿cómo se explica que Arganda haya
sido la ciudad de más de 50.000 habitantes de la Comunidad de Madrid en la que
el paro más ha crecido? Sobre todo teniendo en cuenta que contamos con el
segundo polígono industrial en importancia de la Comunidad de Madrid. ¿Cómo se
explica que el paro haya crecido desde que Pablo tomó posesión de la alcaldía
en 2011 en un 27%, muy por encima de la media nacional y regional?
Ni un euro disponible para políticas de
reactivación económica y del empleo. Ni un euro para fomento y potenciación de
la tan necesaria Plataforma Logística Intermodal. Ni un euro para el fomento de
Arganda como ciudad turística satélite de Madrid. Ni un euro para intentar dar
valor añadido a nuestros vinos. Ni un euro, en definitiva, para paliar el drama
del paro que atenaza a Arganda.
Triste situación después de 10 años de
gobierno del Partido Popular en Arganda.
Guillermo
Hita Téllez
Concejal
del Grupo Municipal Socialista
Coordinador
de Política Local y Comunicación
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