La confianza de los ciudadanos en la política y en las personas que se hacen cargo de los asuntos públicos queda herida de muerte cuando asistimos a situaciones como las que estamos viendo en los medios de comunicación día tras día en relación al caso Gürtel.
- El Alcalde de Boadilla es imputado y aparece como uno de los principales implicados en la trama de Francisco Correa, y su partido le fuerza a dejar la Alcaldía, pero continúa como Concejal y miembro de las más importantes Comisiones del Ayuntamiento.
- Galeote continúa como Eurodiputado popular y Rajoy defiende su inocencia, pero queda fuera de las listas del PP para las próximas Europeas.
- Esperanza Aguirre, primero, defiende la presunción de inocencia de los cargos de su Gobierno y Grupo, y ahora afirma que es gente "que ella no ha puesto", "que estaban ahí cuando ella llegó".
- Los ya imputados López Viejo y Martín Vasco son suspendidos temporalmente de militancia, pero no se les exige que abandonen el acta en la Asamblea de Madrid.
Una vez más, conviene hacer una aclaración: no es lo mismo. Quienes desprestigian la política no son todos los partidos, ni todos los políticos. Quienes mancillan el nombre de la política son quienes la usan a su favor y en su provecho; quienes anhelan el lucro personal y la relevancia pública; quienes ponen a su servicio las instituciones y arrinconan el interés general.
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