El Gobierno argandeño del PP está en las antípodas del comportamiento irreprochable y ejemplar que se supone y exige a los representantes públicos de los ciudadanos.
Primero, asistimos a la imputación del Alcalde del PP, Ginés López por su implicación en el caso Gürtel. Sobre él pesa la acusación de recibir más de 500.000 euros en comisiones por contratos con las empresas de Correa.
Ahora, hoy mismo, salta a la prensa los hechos que han forzado la dimisión del concejal y Portavoz del PP argandeño: detenido por conducir cuadriplicando la tasa de alcohol permitida, amenazar e insultar a los policías, negarse a pasar la prueba de alcoholemia, intentar darse a la fuga y aludir a su condición de concejal para evitar su detención (según publica El Mundo).
Más allá de las implicaciones y consecuencias personales que tengan el comportamiento irresponsable e inmoral de los miembros del Gobierno argandeño del PP, el nombre de nuestra ciudad no merece verse manchado, pisoteado y mancillado con sus comportamientos.
Las instituciones argandeñas y su Ayuntamiento a la cabeza merecen un respeto que el Gobierno del PP no le está dispensando.
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