Desigualdad, injusticia y pobreza

Los datos publicados por Intermón Oxfam sacan a la luz la vergüenza de inicios del siglo XXI.

Las 85 mayores fortunas del mundo poseen la misma riqueza que la sumada por la mitad de los habitantes de la tierra más pobres: 3.500 millones de habitantes. 

Aquí en España, sólo 20 personas poseen 77.000 millones de euros, más que los ingresos del 20% de la población más pobre.

Estos datos demuestran dos cosas: en primer lugar, la desigualdad en nuestro mundo, en todo el mundo, es algo que ha sobrepasado cualquier límite; en segundo lugar, y observando que esta desigualdad crece sin parar, se pude afirmar que las fortunas de los ricos están fagocitando los ingresos de supervivencia de los pobres.

No es sólo el problema de la desigualdad en la actualidad: el hecho preocupante viene de constatar que esta desigualdad lleva inexorablemente al drama de la desigualdad extrema, en la que unos pocos tendrán toda – absolutamente toda – la riqueza.

Datos que evidencian una situación; situación que viene de un sistema de impuestos injusto y mal planteado. 

Uno de los objetivos de los sistemas tributarios, de los impuestos (el principal bajo mi punto de vista), es el de la redistribución de la riqueza: hacer que la riqueza fluya y no se adhiera por inercia a donde hay más riqueza. Es más que evidente que ese objetivo no se está consiguiendo ni por asomo.

Encima algunos se permiten engañar y falsear ésto que tiene que ver con la justicia social. Pongamos un ejemplo utilizando algunas de las cifras de Intermón Oxfam. Las cifras no tienen que ver ni mucho menos con la realidad, pero se eligen así para ser lo más gráficas posibles.

Imaginemos que entre todos los habitantes de la Tierra se recaudase 1 millón de euros en impuestos. Imaginemos que algún político tramposo (en la Comunidad de Madrid ha pasado) anuncia que bajará un 1% los impuestos. Serían 10.000€ para repartir entre todos los habitantes de la Tierra. Si utilizamos las cifras de Intermón, a cada uno de los 85 ultramillonarios les corresponderían 58,82€; a cada uno de los 3.500 millones de habitantes pobres de la Tierra le corresponderían 0,00000142€. ¿Es eso redistribución de la riqueza? 

No, eso es un engaño cruel e interesado que hace más ricos a los ya muy ricos y no altera para nada la vida de los muy pobres.

Guillermo Hita Téllez
Concejal del Grupo Municipal Socialista de Arganda del Rey