18/9/13

#vamosjuntos: UNA CIUDAD CRECE PARA MEJORAR


Una ciudad crece para mejorar…

O al menos ese debe ser el objetivo de un gobernante responsable y fiel al principio de buscar siempre lo mejor para sus vecinos y vecinas.

Cuando el crecimiento se convierte en una carrera siempre huyendo hacia adelante y con el mero fin de obtener recursos económicos para ir tapando agujeros del desarrollo anterior, estamos perdidos.

Ese ha sido el objetivo de los gobernantes del Partido Popular en Arganda en los últimos 10 años: tapar agujeros y huir desesperadamente hacia adelante, hasta el borde del precipicio…

El propietario de unos terrenos que desee urbanizar está obligado por Ley a ceder al ayuntamiento un porcentaje de los mismos (en la actualidad es el 10%). Un buen gobernante que piense en el crecimiento de su ciudad y en el bien de sus ciudadanos, reserva ese suelo para ir creando servicios municipales en los nuevos barrios: centros sociales, bibliotecas, parques, colegios, instalaciones deportivas, etc.

El ayuntamiento se reserva la facultad de acordar con el propietario el pago en efectivo de ese porcentaje. Es lo que se denomina en el argot urbanístico “monetizar”. Eso es lo que se ha preferido reiteradamente aquí en Arganda por los sucesivos alcaldes del Partido Popular: hacer dinero con las cesiones obligatorias, dejando el mínimo de terrenos para la construcción de equipamientos. Así se iba huyendo hacia adelante, y con dinero de los crecimientos urbanísticos se iban tapando agujeros y se iban dejando los servicios e instalaciones de los nuevos barrios para posteriores desarrollos. Una nueva versión del sistema piramidal.

Llegó la crisis y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. No aparecieron nuevos desarrollos inmobiliarios. Incluso algunos que había previsto están paralizados. Y el ayuntamiento de Arganda ejecuta el salto definitivo hasta el borde del precipicio: cambia el uso de los escasísimos terrenos que tenía de cesiones obligatorias para construir dotaciones, los convierte en suelo urbanizable y los vende para construir viviendas. Lo poco que no se había “monetizado” en su momento, se hace dinero al final.

Cuando los vendedores de las nuevas viviendas explicaban a sus posibles compradores las bondades de las mismas, contaban (y no mentían, porque así estaba previsto) que cerca habría una biblioteca, o un centro social, o una zona verde. Y yo cuento a estos actuales propietarios que ellos han pagado los terrenos donde iban a ir esas bibliotecas o instalaciones deportivas, pues en el precio de sus viviendas iba incluido el porcentaje de cesión obligatoria al que están sujetos los propietarios promotores de viviendas. Y ahora han vendido los terrenos que los nuevos propietarios habían comprado y se han quedado con el dinero.  

En el año 2003 éramos en Arganda 36.000 vecinos. Ahora somos ya más de 55.000. La diferencia, 19.000 habitantes, se ha distribuido en más de 6.000 nuevas viviendas. Aún hay muchas más vacías, sin vender, esperando nuevos inquilinos. Eso, según nuestros cálculos,  supone cerca de 300 millones de euros que se han ingresado en este ayuntamiento en los últimos 10 años, casi todo en efectivo.

Pero ya no cabe la huida hacia adelante. No hay desarrollos urbanísticos a la vista, el ayuntamiento tiene una deuda de 94 millones de euros, y los nuevos barrios se han quedado atrapados en el sistema piramidal: ya no se podrán pagar los servicios de barrios nuevos con barrios más nuevos.

La burbuja le ha explotado en la cara al mal gobernante. ¿O es que pensaban que Arganda podría crecer hasta el infinito? ¿Cuáles eran los límites de la pirámide?

Guillermo Hita Téllez
Concejal del Grupo Municipal Socialista
Coordinador de Política Local y Comunicación

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